El domingo, Independiente enfrentará a uno de los equipos más goleados en el campeonato y débil en el juego aéreo, el fuerte de Vaccari.

En medio de las turbulentas aguas por las que aún navega, Independiente debe dar vuelta la página tras la caída frente a Newell’s para llegar de la mejor forma al duelo contra Central Córdoba, de este domingo a las 17. Para ello, Julio Vaccari, además de corregir los déficits que presenta su equipo, para conseguir los resultados deseados a su vez tendrá que apoyarse en sus fortalezas.

El aspecto más destacado del Rojo durante los últimos encuentros supo ser el orden defensivo, consiguiendo 12 vallas invictas de 21 posibles. Pero Independiente necesita ganar y para ello, además de que no le conviertan, la prioridad es que sea él quien festeje los goles. Al pensar en ello, es verdad que la ofensiva no se le está dando de la mejor forma al equipo, pero cuenta con un aspecto que ya sacó a relucir en varias ocasiones en el cual puede apoyarse ante la urgencia de convertir para poder sumar: el juego aéreo, y más aún cuando en frente tendrá un rival que flaquea en dicho aspecto.

Sí, las estadísticas lo tornan irrefutable. El Rey de Copas convirtió ocho goles de cabeza en lo que va del campeonato y es el máximo anotador mediante esta vía entre todos los equipos de Primera División. Representa el 38 por ciento de los 21 goles que lleva festejados en el torneo. Una fortaleza marcada que puede tornarse fundamental para meterse de lleno en las Copas.

Incluso, la tendencia se acrecentó en los últimos partidos. Es que cuatro de los últimos seis goles que convirtió Independiente fueron de cabeza: Loyola vs. Godoy Cruz (1-1), Ávalos vs. Unión (3-0), Laso vs. Gimnasia (1-0) y el último de Canelo vs. Newell’s (1-2). Cuando las cosas no salen por abajo, por la vía aérea puede que se encuentre la llave maestra para que el Rojo se tope con la deseada y necesitada victoria.

Ser el máximo anotador de cabeza, a pesar de algunos prejuicios que puedan surgir en el pensamiento popular, no siempre es cuestión de azar. Al menos aparenta no serlo en el Rojo, quien también es el segundo club con mayor porcentaje de eficacia en centros. Con un 30,8%, solo es superado por los 31,5% que presenta Atlético Tucumán.

Y por si todavía faltan razones por las cuales tornar a los goles de cabeza como una llave de confianza al gol, también debe considerarse el rival que tendrá Independiente en frente. Es que Central Córdoba es el segundo equipo más goleado del campeonato (el primero es Newell’s con 34 tantos), habiendo recibido un total de 31 gritos en su contra. Además, supieron convertirle en cuatro ocasiones mediante el recurso del cabezazo. Sin dudas que un punto flojo que el Rojo puede aprovechar para dar el golpe de nocaut gracias al as bajo la manga que viene demostrando serle cada vez más efectivo.

Un 28 de noviembre de 1973, Independiente se consagraba campeón de la Copa Intercontinental al vencer 1-0 a la Juventus. 

Pasan los años, pero el recuerdo permanece más vivo que nunca. De visitante, en el Estadio Olímpico de Roma y contra subcampeones del mundo tres años antes. Ante esas adversidades supo enfrentarse Independiente para hacer historia y causar un cimbronazo a nivel global en el fútbol. Hoy, se cumplen 51 años de aquella jornada inolvidable en la que el Rojo venció 1-0 a la Juventus, con un golazo de Ricardo Bochini, y se consagró campeón intercontinental por primera vez en su historia.

Un 28 de noviembre de 1973, el Rey de Copas rompió la pared. Ya se le había negado la obtención del título en las tres ocasiones anteriores en las que participó, las primeras dos contra el Inter de Milán (164 y 1965) y la restante versus el Ajax de Johan Cruyff (1972). Sin embargo, un año después de aquella última caída mundial, el Rojo estaba decidido a hacer historia. Por eso, aceptó todas las condiciones impuestas, como que el duelo sea a final única y con sede en Roma, favoreciendo al conjunto europeo.

Juventus sería la víctima que sufriría las combinaciones de Bochini y Bertoni. La Vecchia Signora tomó su lugar como finalista al haber sido subcampeón de la vieja Copa de Europa, luego de que el Ajax se negara a jugar por cuestiones políticas. No obstante, los italianos contaban en su plantel con jugadores de alta gama que fueron subcampeones del Mundial de 1970 y futuros campeones en 1982.

Igualmente, la jerarquía, determinación y química de aquel equipo de Independiente bastó para festejar en Roma. Bajo la dirección técnica de Roberto Ferreiro, figuras como Bochini, Bertoni, Santoro, Pavoni, Sá, Raimondo, Maglioni, Commisso y un once inolvidable fueron los protagonistas de llevar hacia Avenida Mitre 470 la copa que faltaba en las vitrinas.

El encuentro fue duro y tensionado, con pocas ocasiones de gol. Pero el Rojo se animó y fue hacia delante cuando faltaban 10 minutos para el final. La pelota llegó para El Bocha en tres cuartos de cancha, dejó a un hombre en el camino cuando salió a cortarlo y combinó con Bertoni mediante una precisa pared que dejó al ’10’ mano a mano frente al arquero. Y como no podía ser de otra manera, Bochini definió de manera bochinesca: esperó a que el histórico Zoff saliera a achicarle paro picársela por arriba, con una tranquilidad como si se encontraran en un entrenamiento.

Con aquel tanto de su máximo ídolo, Independiente fue a Roma y conquistó el mundo por primera vez. La Copa Intercontinental le permitía cerrar un año inolvidable ya que meses antes también había festejado la Copa Libertadores y la Interamericana. Aunque, aún faltaba la frutilla del postre: tan solo cuatro días más tarde de la consagración ante la Juventus, el Rojo venció 3-1 a Racing y volvió a hacerse dueño de Avellaneda. Además, lo mejor aún estaba por venir. Es que al año siguiente y en 1976, el grito de todo el mundo volvería a ser bajo el ritmo del Rey de Copas.

El volante del Rojo se reincorporó a los trabajos en Villa Domínico y podría volver a sumar minutos ante Central Córdoba.

Luego de la dura derrota ante Newell’s en Rosario, Independiente volvió a entrenar en Villa Dominico para preparar el próximo partido de la Liga Profesional. Sin margen de error, el Rojo recibirá en Avellaneda a Central Córdoba y estará obligado a sumar una victoria para mantenerse en la zona de clasificación a las copas internacionales.

Para el duelo ante el conjunto santiagueño, Julio Vaccari deberá hacer un cambio obligado debido a la expulsión de Joaquín Laso. Sin embargo, no se descarta que haya más variantes en el equipo o, por lo menos, en la lista de convocados. 

Federico Mancuello, que el pasado 5 de noviembre ante Unión sufrió un desgarro en el aductor de la pierna derecha, se reincorporó a los trabajos con el grupo y entrenó a la par del grupo.

El futbolista, que estuvo afuera de las canchas por casi cuatro semanas y se perdió los partidos ante Huracán, Gimnasia y Newell’s, se recuperó del desgarro y volverá a estar disponible para el cuerpo técnico de cara al duelo ante el Ferroviario.

Teniendo en cuenta que antes de la lesión venía siendo titular y que Lucas González todavía no está para volver, Mancu se perfila para regresar a la titularidad en lugar de Santiago Toloza. 

Aunque todavía quedan otros tres entrenamientos por delante, de estar al 100%, Vaccari podría volver a utilizarlo en el mediocampo junto a Iván Marcone y Felipe Loyola. Dentro del contexto crucial por recta final de temporada, habrá que ver qué decisión finalmente toma el entrenador.