El delantero del Rojo ya se entrena a la par de sus compañeros, pero continúa con la puesta a punto para recuperar ritmo futbolístico.
“La rodilla está estable”, fue la frase que despertó ilusión en el mundo Independiente con respecto a Matías Giménez. El delantero del Rojo, que sufrió una rotura de ligamentos cruzados el pasado 18 de marzo en Villa Domínico, está cada vez más cerca de regresar a las canchas.
El sanjuanino de 25 años, que ya lleva casi siete meses sin actividad oficial, comenzó a entrenarse a la par del grupo hace algunas semanas y ahora atraviesa la recta final de su recuperación. “Entrás a la etapa donde comenzás de nuevo a readaptarte a la competencia”, le había comunicado el preparador físico, Christian Hernández, en una charla que fue grabada y publicada en las redes sociales de la institución a principios de septiembre.
En los últimos años hubo futbolistas que, por acelerar el proceso de recuperación, reincidieron en la lesión o sufrieron otro tipo de dolencias, como esguinces o desgarros recurrentes por no terminar de desarrollar la masa muscular perdida. Por eso, desde Independiente decidieron ser muy prudentes con la recuperación de Giménez para evitar cometer esos errores.
Lo cierto es que, luego de cumplir con todos los plazos estipulados por los profesionales, Giménez ya recibió el alta médica y está recuperado. Ahora solo le falta sumar ritmo futbolístico y rodaje para readaptarse al más alto nivel de competencia.
Sin apurarse y cumpliendo todas las indicaciones de los expertos, el futbolista entrena a la par de sus compañeros y continúa realizando algunas tareas especiales para el fortalecimiento de su rodilla.
Según averiguó Infierno Rojo, desde el club son cautelosos y estiman que el jugador podría necesitar un mes más de preparación. Es decir, su regreso a la Primera División podría ser recién a mediados de noviembre, para la recta final de la Liga Profesional. Aunque no descartan que antes pueda empezar a sumar minutos en Reserva.
Está claro que Giménez será de gran importancia para el frente de ataque del Rojo, que todavía no termina de ser punzante en la definición más allá del buen nivel de Santiago Montiel.
